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Columnas ontológicas Introducción: “El Desafío del rigor conceptual en el desarrollo de los coaches ontológicos”

Rafael Echeverría

Mayo, 2017

Hemos sostenido que nuestra escuela de formación de coaches ontológicos, la Ecore, se sustenta en tres pilares fundamentales: el rigor conceptual, la ética y la capacidad de acción eficaz. A esto último lo identificamos también con el atributo del poder, al que entendemos precisamente como capacidad de acción eficaz. Es nuestro objetivo hacer de la disciplina del coaching ontológico una herramienta poderosa para contribuir a la transformación de individuos y comunidades, de manera de avanzar hacia una ética de la convivencia que les permita a ambos un desarrollo más pleno y armonioso. Estos tres pilares han sido históricamente elementos distintivos del tipo de formación que ofrecemos, en relación con propuestas similares.

Quiero referirme al primero de estos tres pilares: el rigor conceptual. En la Ecore hemos sido siempre especialmente cuidadoso en seleccionar las fuentes en las que sustentamos lo que hacemos. Nos preocupa que el coaching ontológico pueda apoyarse, como muchas veces sucede, en propuestas superficiales, no rigurosas y de muy dudosa calidad. Nos alarma cuando vemos que se justifican algunas premisas y procedimientos invocando, por ejemplo, lineamientos que provienen de la corriente New Age, o de opiniones de muy dudosa solidez filosófica o científica.

Estamos convencidos que si queremos asegurarle al coaching ontológico un lugar destacado en el futuro, es indispensable ser muy selectivo y cuidadoso en las fuentes a las que acudimos. Esto no es trivial. Hacerlo de una u otra forma, no da lo mismo. Los resultados que produce uno u otro camino son completamente diferentes. Por desgracia, esta inquietud no ha sido siempre lo suficientemente importante al interior de la amplia comunidad de los coaches ontológicos. De allí que sea todavía más importante lo que nosotros podamos hacer al respecto.

¿Cómo lo hacemos? ¿De qué manera aseguramos el rigor conceptual al interior del coaching ontológico? Para ello hemos tomado distintos caminos. El primero de ellos – y, sin duda, el más importante – ha sido el de garantizar el rigor al interior de nuestros procesos formativos. Nuestra formación se ha caracterizado, desde sus inicios, por ser una formación del más alto nivel. La diferencia que ella exhibe en relación a muchas otras formaciones, no siempre logra hacerse visible, en la medida que quienes se forman con nosotros, no suelen conocer otras formaciones distintas y, por lo tanto, no siempre se percatan de esta diferencia y quienes se forman en otras escuelas, tampoco saben cómo es nuestra formación y carecen de un criterio de comparación.

Pero hay algunas formas de detectarlo. Particularmente cuando quienes se han formado en algunas escuelas distintas, buscan completar su formación con nosotros, o a la inversa, cuando quienes se han formado con nosotros, cruzan a algunas de las escuelas de la otra ribera y para completan su formación con ellos. Cuando logran compararse estas distintas formaciones, por lo general esta diferencia queda de manifiesto. Así, al menos, nos lo suelen reportar en reiteradas oportunidades.

Por desgracia, el futuro de nuestra profesión no se garantiza tan sólo con lo que una o algunas escuelas de coaching ontológico realicen. Es necesario que el conjunto de los coaches ontológicos reconozcan la importancia del rigor conceptual y avancen en alcanzar los más altos estándares. No basta con preocuparse con el rigor que exhibimos individualmente y que está presente en algunas de las escuelas de formación. Tenemos que ir más lejos y hacernos todos cargo de que éste sea un pilar efectivo que defina al conjunto de la comunidad de coaches ontológicos.

Asumiendo ese desafío, es que hemos realizado un esfuerzo sostenido para constituir la Federación Internacional de Coaching Ontológico Profesional (FICOP) y hemos logrado que esos tres pilares (el rigor, la ética y la capacidad de acción eficaz) sean asumidos por ella. Eso ya ha sucedido y nos sentimos orgullosos de haberlo logrado. El conjunto de la Directiva de la FICOP hoy levanta esos tres pilares como propios. Éste ha sido nuestro segundo camino. Aprovechamos para reiterar nuestra invitación a todos los coaches formados en la Ecore que se sumen y participen en el desarrollo de la FICOP. Éste es un desafío del que no podemos prescindir.

Sin embargo, no basta con invocar los tres pilares mencionados. Es necesario comprometerse con un proceso que garantice que el rigor conceptual invocado se haga realidad, se concrete en la formación de todos y cada uno de los coaches ontológicos. Para tal efecto, la FICOP se ha comprometido con diversas iniciativas. Una de ellas, la he asumido personalmente y me imagino que Uds. están familiarizados con ella.

Se trata de publicar, en simultáneo, tanto en la página web de la FICOP (www.ficop.org) como en la nuestra (www.newfieldconsulting.com) un conjunto de “columnas” en las que doy a conocer las fuentes filosóficas y científicas más significativas que confluyen en el discurso de la ontología del lenguaje y en el desarrollo de la disciplina profesional del coaching ontológico. Estas “columnas” están todavía en proceso, lo que implica que cada quince días, aparecen nuevas. Me imagino que muchos de Uds. las deben estar siguiendo. Si no lo han hecho, les recomiendo que no se las pierdan. Creo que las van a disfrutar y que les servirán para robustecer vuestra formación. Ellas, por lo demás, están en el espacio virtual de Eureka.

Como lo he dicho en las mismas “columnas”, ellas están consideradas como una suerte de “cabeza de playa”, de manera que el lector se entusiasme con las distintas contribuciones y busque profundizar en ellas por cuenta propia. Obviamente, mi introducción a cada uno de ellas es insuficiente. Lo que se busca es enamorar al lector con cada una de estas contribuciones, mostrarle su importancia y el carácter que ellas poseen, para así ayudarlo a efectuar con posterioridad una exploración autónoma. Estas “columnas” busca entregar un primer mapa que facilite esa exploración posterior, evitando así que el lector pueda perderse en la abigarrada selva de ideas con la que posiblemente se va a encontrar. Pues bien, éste ha sido nuestro tercer camino.

¿Es esto suficiente? Personalmente creo que no. Las “columnas” remiten a importantes contribuciones que heredamos del pasado y que confluyen en posibilitar el tipo de mirada que define a la perspectiva ontológica. Se trata de una búsqueda selectiva que identifica los principales afluentes previamente desarrollados, que convergen en el discurso ontológico desde el cual hoy operamos. Pero no nos permite acceder a una amplia gama de desarrollos intelectuales que se realizan en el presente, los que no sólo alimentan y enriquecen, sino también confirman la importancia y validez de lo que estamos haciendo. Para llenar este vacío, se requiere de una iniciativa distinta. Se necesita abrir un nuevo camino. Y este es precisamente lo que procuramos acometer en este momento.

¿De qué se trata? De asumir la responsabilidad de preocuparnos de la formación teórica de los coaches ontológicos formados en la Ecore, en nuestra propia escuela, que debe tener lugar luego de su certificación en los procesos de formación. De realizar un tipo de formación diferente que no necesariamente remita a las contribuciones del pasado, sino que ponga atención a aquellas propuestas que se desarrollan en el presente y que estimamos que deben ser conocidas y estudiadas por los coaches ontológicos, pues ellas añaden valor a nuestra práctica.

Este cuarto camino posee, sin embargo, un valor adicional. Es importante que todo coach ontológico esté siempre sintonizado con lo que ocurre en el presente, con los nuevos tipos de problemas que éste nos impone y con las nuevas sensibilidades que emergen, como efecto de los procesos de transformación. Nuestro mundo está enfrentando cambios sin precedentes y a un ritmo cada vez más acelerado. Estos cambios afectan las condiciones de existencia de quienes deben que vivir bajo escenarios cambiantes. Ello significa que debemos estar en una búsqueda constante por entender y afinar nuestras interpretaciones sobre las transformaciones que comprometen el carácter de la vida. Ellas inciden en la manera como le conferimos sentido, en el carácter de los problemas que enfrentamos y en la manera como miramos al futuro.

Ello implica estar en un proceso de permanente aprendizaje y renovación. Queremos transmitir esta misma vocación al conjunto de los coaches ontológicos que a través de la Ecore nosotros hemos formado. De esta manera garantizamos que quienes se hayan formado con nosotros sean también capaces de destacar al interior de nuestra comunidad y desarrollen la capacidad de mantener la vigencia de nuestra profesión y liderar muchos de los procesos que serán necesarios en su crecimiento.

5 thoughts on “Columnas ontológicas Introducción: “El Desafío del rigor conceptual en el desarrollo de los coaches ontológicos””

  1. GRACIAS RAFAEL por dar inicio a este espacio donde podemos compartir nuestras reflexiones. Además generaremos un espacio para escucharnos. Así que invito a que comenten, participen activamente en esta sección de EUREKA! – leyendo junto a Rafael Echeverría. ¡¡¡¡COMENZAMOS!!!! La primera recomendación aparecerá los primeros días de Junio. Síguenos en facebook y también recibirás la alerta en tu correo electrónico.

  2. cecilia pantano

    Gracias Rafael, encuentro una gran coherencia con esta acción y la propuesta Ontologia del Lenguaje- Ya disfruto de este espacio, porque tiene lugar al ser presentado y me siento parte ya de alimentar, recibir y re diseñar a partir del intercambio. Aguardo con ansias tus ofertas y las que en futuro devengan del intercambio. Un abrazo!

  3. Gracias Rafael por tu oferta por compartir, la bondad es parte del cambio en el mundo.
    Gracias Claudia por ser un factor de cambio y de cercanía con la escuela a que tanto cariño tengo y con quien no deseo perder contacto.
    A vuestro servicio
    Renato

  4. Albina Vázquez

    Este, nuestro mundo enfrentando cambios sin precedentes y a un ritmo cada vez más acelerado requiere de una apertura y adaptabilidad a los acontecimientos que día a día se presentan y al mismo tiempo asegurarnos del marco teórico y empírico de aquello que estamos incorporando a nuestro ser coach. Muchas veces la gente demanda magia y nos toca lidiar con estas creencias y nuestra responsabilidad de aclarar por donde pasan los fundamentos de nuestra profesión.
    Este artículo me re-conecta y fortalece mis argumentos y será una verdadera guía para bucear en el mundo de hoy.
    Un mundo interconectado con avances tecnológicos a una velocidad exponencial que impactan fuertemente en la existencia del Ser Humano. La actitud de los seres humanos será la que haga la diferencia, pero como hace tiempo Rafael Echeverría advierte en sus conferencias, las competencias conversacionales todavía no son parte de los programas de estudio.
    Desde mi metro cuadrado trabajo intensamente en la posibilidad de incluir estas competencias en la curricula de la carrera de Ingeniería en computación en la Universidad nacional de Tres de Febrero en Argentina. La universidad lo ve con entusiasmo, pero el ministerio de educación es reticente a esta idea. Para lograrlo demostrar el rigor conceptual, la ética y la capacidad de acción eficaz serán claves.
    Muchas gracias por este artículo Rafael.

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