ÍNDICE
- "Introducción". Por Alicia Pizarro
- "La vida y la muerte". Por Graciana Felici
- "¿Dónde están las emociones?" Por Marianela Díaz
- "Uniendo los puntos". Por María Paz Castillo
- "Miseria como motor de transformación". Por Elena Herrarte
- "Cuando sea grande, no la van a querer". Por Mercedes Origone
- "La metafísica del bien ajeno". Por Alicia Pizarro
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Introducción por Alicia Pizarro
Este espacio me gusta porque es un espacio de intimidad en el que generamos una emoción en la cual es posible reflexionar con un nivel de profundidad, que la cotidianidad de la vida no alcanza a desarrollar. Creo que este grupo fue muy particular, es el sexto grupo y fueron 6 mujeres. el hecho de ser mujeres hizo que esa intimidad permitiera un acercamiento entre nosotras, que a mi juicio fue muy especial y que nos habilitó a poder avanzar en desarrollar algunas ideas. Esta experiencia siempre fue diseñada para ser efímera, breve. Siempre dijimos que vamos a generar un espacio que permita que personas que vienen de distintos contextos puedan encontrarse alrededor del Coaching Ontológico. Como una espacie de fogata en el medio y estando estas 6 mujeres sentadas en la arena alrededor de este fuego dejando que el coaching nos hiciera resonar y permitiendo que lo que pasa en esa interacción tan profunda rebotara en cada una de nosotras. Eso fue lo que hicimos y para mí, el resultado que vamos a presentar en el texto escrito es el resultado de esa resonancia. Y me quedo con el sabor delicioso de haber estado en esa fogata con ustedes.
Alicia Pizarro
CEO Newfield Consulting Global
Directora de la Escuela de Coaching Ontológico de Rafael Echeverría
Y socia Fundadora de Newfield Consulting
Agosto 2023
misterio
Me pregunto cuántas veces buscamos respuestas en lugares equivocados. Cuantas veces tenemos enfrente la solución y no la podemos ver.
Nuestra mente intelectual nos hace dar vueltas buscando algo que la razón no puede conseguir, y es la emoción la que nos conecta, la que nos enciende, la que nos devuelve ese ser, nuestro propio ser que estaba perdido.
La vida y la muerte, el paso del tiempo, vivir la vida con intensidad. Cuánto misterio, cuánto para seguir observando, cuánto para contemplar.
Quizás sea más fácil para un creyente conversar con ese Ser superior que nos rige, a quien podemos pedirle, agradecerle, enojarnos, apoyarnos; quizás sea más duro, solitario, o difícil para quien no tiene a quién recurrir.
El misterio de lo Superior que nos puede conectar con lo más hondo, con lo más esencial de nuestra naturaleza humana.
Desnudarnos frente a la inmensidad, entregarnos a que algo o alguien superior nos abrace, nos devuelva esa paz que sentimos perdida.
La vida y la muerte, misterios del ser humano. Principio y fin.
La razón y el alma, la ciencia y el espíritu. Abrazar el dolor, abrazar el misterio y dejarse abrazar para poder soltar con la certeza de que al final todo se ordena, toma un nuevo devenir de la mano del misterio.
emociones
Conozco mi capacidad de convencer con el lenguaje y también la de eludir todo aquello que no quiero contestar, pero cuando me abro a una sesión de coaching, me entrego y dejo fluir.
Sin embargo, varias veces he escuchado que mis observadores le dicen a mi coach, no te dejaba entrarle por ningún lado.
Esto me lleva a reflexionar acerca de la manera como yo me percibo y la diferencia que existe con la forma en que me ven los demás.
En todos mis coachings he sentido que respeto al otro, que lo escucho, que lo cuido y que busco sus emociones y presto mucha atención a su corporalidad. Entendía que eso hablaba de mi propia capacidad de sentir las emociones.
Sin embargo, al ser coacheada por Alicia sentí que ella dejaba pasar muchos posibles quiebres y que avanzaba por un camino del que estaba muy segura. Me repitió varias veces, no más relato. ¿A dónde me estaba conduciendo? ¿Qué quería de mí?
Justamente que conectara con mis emociones. Pero no en cualquier nivel, en el más profundo que pudiera llegar. Y llegué.
Con una intervención en la que puse mis codos sobre la mesa y mi cabeza sobre mis manos, la respiración, en distintos ritmos me fue sumergiendo en lugares impensados. De esta manera, me fui liberando de una carga que hasta ese momento no había sido consciente de cuánto me pensaba.
Todo mi lenguaje y mi relato no habían llegado a descubrir que en lo profundo, muy profundo de mi ser, había un momento híper difícil que yo necesitaba sanar.
Esas respiraciones guiadas, o mejor dicho, esas varias respiraciones guiadas y a distintos ritmos, me liberaron de la pesada carga y me abrieron a la posibilidad de ser una muy buena coach. ¡Voy por ello!
Gracias infinitas, Alicia.
aprendizaje
En un mundo acelerado y lleno de distracciones, a veces resulta difícil detenerse y reflexionar sobre nuestra vida y nuestras relaciones. Sin embargo, es importante preguntarnos si es posible amar la miseria y cultivar la compasión.
Como Coach, he tenido la oportunidad de explorar cuestionamientos, pensamientos y aprendizajes que han surgido en mi proceso de formación. Al examinar nuestras formas de relacionarnos, me di cuenta de cómo aprendemos de los modelos que nos rodean, lo que inevitablemente genera patrones basados en los aprendizajes adquiridos en entornos familiares, sociales y educativos a lo largo de nuestra vida.
La comprensión ha sido un beneficio invaluable que me ha permitido ampliar mi existencia más allá de un grupo humano específico. Al comprender mi propia complejidad, he logrado reconocerme como ciudadana del mundo. Entender quién soy, de dónde vengo y cuál es mi identidad me ha llevado a comprender que soy una amalgama de historias infinitamente complejas, y que mi existencia no se limita únicamente a mi entorno cercano. Procedo de un mundo mucho más amplio.
Este aprendizaje en mi camino de transformación como Coach me ha permitido perdonar y ser compasiva con mi propia miseria en aquellos espacios en los que se requería mi compasión, pero en los que no supe cómo actuar.
La cultura del ser únicos y diversos se manifiesta cuando nos permitimos ser vulnerables y conectarnos con nuestro propio dolor. A través de la compasión y la apertura hacia los demás, podemos transformarnos a nosotros mismos y generar un impacto positivo en nuestras relaciones y comunicaciones. Amar incluso nuestras miserias puede ser un valioso regalo en este viaje de autodescubrimiento.
Reconocer nuestra complejidad como seres humanos nos permite comprender nuestra identidad más allá de los límites de un grupo específico y nos abre a la posibilidad de ser ciudadanos del mundo. En este proceso, aprender a perdonarnos y ser compasivos con nuestras propias limitaciones se convierte en un aspecto fundamental para cultivar relaciones significativas y generar un impacto positivo en nuestra vida y en la de los demás.
transformación
Partimos esta aventura desde una sesión donde llegamos a la importancia de amar la miseria como parte de la totalidad de la persona, y poder así legitimar a esos seres que tenemos enfrente en el devenir de la vida, y lograrrelacionarnos desde el respeto y la amorosidad. Tanto como personas (madres, parejas, amigas, …) como coaches es una cualidad esencial para actuar desde la ontología del lenguaje. Si bien ese amar la miseria no se contrapone a establecer límites: no todo es necesariamente aceptable.
¿Y qué pasa, por otro lado, con la propia miseria? ¿Cuándo un rasgo, un patrón propio puede considerarse miseria? Esto lo determinan los resultados o la percepción de los demás ante nuestros actos. Y quizás, un patrón que una persona ha aprendido para responder a determinadas cuestiones en su vida, puede a su vez ser vivido como miseria desde otras experiencias.
En las sesiones que hemos compartido en este equipo, hemos observado a mujeres que luchan, resuelven, cuidan. Me pregunto qué tiene de miseria ese rasgo que la vida nos ha llevado a desarrollar a muchas de nosotras: ¿qué limitación he generado en mi relación de pareja, en mi entorno laboral, con mis hijos, cuando me he puesto a resolver, a luchar? ¿Qué espacio he podido invadir, qué sensibilidades herir, qué opciones diferentes negar?
Algunas mujeres hemos sido moldeadas por los sistemas para desarrollar la capacidad de poder con todo, luchar, tirar hacia delante a toda costa. Pero en un contexto histórico donde la humanidad se encuentra en la necesidad de rediseñar su modelo de existencia cabe preguntarnos en qué medida nos benefician estas habitualidades. A través de la coaching ontológico, podemos habilitar un contexto donde las mujeres provistas de estos recursos puedan-podamos enriquecer dichos repertorios para fomentar la construcción de un nuevo mundo junto con otros.
amor
Frase que aún hoy, resuena en mi corazón. Mamá la repetía cuando Papá me consentía. Ese anhelo de ser amada se fue gestando desde la cuna. Quizás también el miedo al desamor. ¡Cómo el lenguaje va tejiendo nuestro devenir!
El amor es el tema de mi vida. Ha sido el tema de mi Proyecto de Investigación Ontológica: “Amar integrando las sombras”. Pasar por la vida amando es una pulsión interior que me conecta conmigo y con los otros y con el misterio.
Sentirnos amados es la necesidad vital del ser humano, que brota desde las entrañas. Nos contacta con nuestra fragilidad, y en ocasiones provoca heridas profundas.
¿Cómo es esta necesidad de amor en cada ser humano? ¿Qué es la sombra? ¿Qué tiene que ver la sombra con el amor?
Me costó mucho comprender la sombra del amor. Descubrir que podemos amar e incapacitar al mismo tiempo. Que nuestra mirada no es la única. Que aun amando podemos herir y sentirnos heridos. Recuerdo ese sentir presente en mi cuerpo. Desnudez, tristeza y mucho dolor.
La sombra es la punta del ovillo que nos conduce a encontrar nuevas y mejores formas de vivir y de amar.
Descubrimos la sombra cuando reaccionamos en forma desproporcionada. La fenomenología es una herramienta poderosa que devela nuestra sombra en modo 360.
Quizás el camino más directo hacia el encuentro con nuestra sombra es animarnos a ingresar a nuestro laberinto interior.
Tocar nuestra fragilidad acompañados por la amorosidad de un otro, es la clave para comenzar. Como Coaches podemos acompañar este camino sagrado al interior. Necesitamos de una escucha presente y curiosa, revestida de amorosidad.
La Ontología del Lenguaje nos enseña a ver la realidad con nuevos ojos para encaminarnos hacia una nueva forma de actuar. Transformar desde la ontología es poder caminar caminos más autónomos, desde el respeto y la libertad. Abrazo esta profesión y disfruto al ser testigo de la transformación de los seres humanos.
Sigo aprendiendo a amar integrando mi sombra.
Hoy me animo a reescribir aquella frase y elijo vivirla en profundidad cada día: “cuando sea grande finalmente aprenderá a amar y a dejarse amar desde la libertad mutua.”
fuerzas desconocidas
Cuántas veces quise enseñar a quien no quería aprender algo. Buscaba que hiciera aquello que yo con mis mejores intenciones, señalaba como el buen camino. Y, mi “porfiado” alumno, coachee, o hijo, insistía en seguir su propia ruta. Hoy veo mi metafísica del bien con vergüenza y temor de no haberla trascendido del todo a través de la humildad de valorar a cada uno en su diversidad.
Reconozco que, frente a momentos extremos, fuerzas independientes de mí parecen gobernar los acontecimientos. Momentos entre la vida y la muerte, donde una palabra, o una mirada, hacen la diferencia. El azar y los impulsos generan instantes únicos que marcan el porvenir.
- Plena epidemia del SIDA. Mi hermano, enfermo con el virus, con el dolor en los ojos se apegaba a la vida. Sin saber de dónde, me salieron palabras invitándolo a soltar, a dejarse ir. No puedo recordar esto sin llorar. Él era mi tesoro, mi niño, nada me ha dolido más que su muerte, y ¿era yo quien lo invitaba a morir? He buscado por años explicarme en esas palabras, mi único consuelo es creer que una circunstancia extraña me condujo allí. Después de aquello, todo fue distinto. Yo tenía 33 años, él 28, ambos morimos ese año.
En alguna parte de mi cuerpo se agazapa el miedo de volver a una circunstancia parecida, y que reaparezca mi metafísica del bien ajeno creando situaciones que generan dolor en otros y en mí. Tal vez estas reflexiones que hacemos desde en la Ontología del Lenguaje permitan revisitar esos cruces de camino, y renacer en la aceptación y la reconstrucción.
Es duro aceptar que caminamos muchas veces gobernados por fuerzas desconocidas. La genuina compasión por el otro y por nosotros mismos nos permite seguir, con dudas, temor, y con la convicción de no tener alternativa.
Alicia Pizarro, julio 2023
Hasta las próximas Pinceladas Ontológicas. Se vienen otros equipos y con ellos nuevas pinceladas, para seguir coloreando juntos la obra del Coaching ontológico y la Ontología del lenguaje.
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Este artículo fue escrito en parte, por personal no perteneciente al área administrativa de Newfield Consulting ni de Eureka, por lo tanto no nos hacemos responsables de las opiniones y comentarios reflejados en el mismo.