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Índice

Introducción por Alicia Pizarro:

Expandir el corazón es uno de los trabajos constantes que un coach hace para que diferentes tipos de seres humanos quepan en él. Amar la diversidad es uno los pilares de nuestro desempeño, y no se logra fácil ni rápido. Implica reflexión sobre cada práctica, aplicando el enfoque múltiple, es decir escuchando las voces de colegas que ayudan a profundizar. Es paradójico, en un corazón finito caben infinitas personas con sus variaciones. Aprender a vincularse afectivamente con ellas, es parte de la plataforma ética del coach ontológico.

Sin embargo, el tiempo se hace poco. Las urgencias del vivir nos consumen, y se postergan las oportunidades para reflexionar. Por eso desde Eureka, el espacio de aprendizaje permanente para los egresados de la ECORE, quisimos crear una experiencia “liviana” de investigación y reflexión sobre el Coaching Ontológico ¿Por qué liviana? Porque no consume demasiado tiempo, ni requiere condiciones especiales para participar.

Constituimos equipos que solo se reúnen dos veces y producen un texto escrito, con aportes no mayores de trescientas palabras, que sirve para difundir las reflexiones generadas. Es una instancia efímera, acotada, de coaches variados, que se unen con el solo propósito de aprender y de generar conocimiento para una comunidad que crece cada día más.

Hacer coaching ontológico conlleva descubrir que nunca somos suficientes para el trabajo intenso de acompañar a otro ser humano en su propio devenir. Por ello, como organización formadora creamos estas oportunidades de crecimiento, sostenibles y aportadoras.  El contenido producido por estos equipos será publicado progresivamente a través de Eureka, y con ello esperamos no solo difundir sino estimular a una actividad de reflexión que nos permita mejorar en todos los sentidos.

Límites y Posibilidades del Coaching digital v/s el Presencial

Autoras: Florencia Álvarez Gaiani (Argentina), Paz Marticorena (Chile) y Marcia Serra (Brasil)

Durante este último año nos vimos desafiadas con el dilema de hacer coaching en digital. Acompañar a otros en un proceso de transformación del que antes hacíamos presencial, nos  llenó de dudas e inseguridades con las que nos tuvimos  que enfrentar cuestionando los Límites y Posibilidades del Coaching Digital, v/s el Presencial.

El remezón fue fuerte, la pandemia nos cayó inesperadamente y los coaches, tuvimos que adaptarnos rápido, sin tiempo para resistencias. Estamos viviendo en tiempos convulsionados y quizás esta generación, no había tenido tan profundos y masivos procesos de cambio, probablemente desde la II Guerra Mundial, y aún entonces, el efecto no fue tan globalizado como la pandemia. No podemos pensar que después de algo así todo va a volver a la normalidad. La verdad es que no va a ser igual, ni por el contexto, ni por nosotros mismos.

Ante el dilema, la primera emoción que sentimos fue el miedo, acompañado de varias preguntas y, escuchandolas, nos hicieron recordar una frase que dice: “Un valiente, es una persona que con mucho miedo, se lanza igual” y, sin duda, como coaches, sabemos que las emociones tiñen a nuestro observador, por lo que al escribir esta frase, nos dimos cuenta que los Límites y Posibilidades, nos  los pusimos nosotras  mismas cuando elegimos el tema.

¡Pero ya va!, vamos a escuchar un poco ese miedo y dejar aparecer las posibilidades ante una sesión de coaching digital.

A partir de eso, consideramos que una de las principales ventajas de la digitalidad, es que la distancia no es un impedimento para generar una sesión de coaching. Hoy la tecnología une y facilita el acercamiento y permite que personas que antes no tenían el tiempo o cercanía para acceder a estos encuentros, puedan concretarlos. Es por eso que visualizamos dos aspectos a considerar. Ellos son: aspectos técnicos para anticiparnos a obtener un buen resultado de la interacción, así como también, fortalecer o desarrollar competencias conversacionales como coaches ontológicos que somos:

Aspectos técnicos y de anticipación:

  • Garantizar privacidad: Pedir al coachee que cuente con un ambiente privado, resguardado quizás con una puerta. También prever posibles distracciones, por ejemplo poniendo el celular en “modo avión”.
  • Garantizar conexión: Coordinar y anticipar la plataforma de conexión y coordinar las acciones básicas para su funcionamiento. Idealmente realizar pruebas o también contar con otro dispositivo de enlace como por ejemplo whattsapp.

Competencias conversacionales del coach:

  • Competencia de la escucha: Sin dejar de lado la corporalidad y las emociones, en un coaching digital , el lenguaje pasa a ser un pilar importante. La “escucha activa” nos permite “escuchar” lo que no podemos ver como en una sesión presencial. Necesitamos afinar aún más esta competencia entre líneas, prestando atención a cada respiración, vacilación, o sensación de lenguaje corporal invisible.
  • Disposición a la Creatividad y generación de confianza para la construcción de espacio ético: En un coaching digital , suele ser de gran ayuda, pedir al coachee que nos facilite ver el ambiente donde se encuentra, visualizar el lugar y espacio con el que cuenta. Asimismo, podría ser conveniente que como coaches, también compartamos  nuestro lugar desde donde nos conectamos para generar confianza y comenzar a construir una burbuja. En la digitalidad, el coachee suele estar en un lugar que le resulta familiar, con lo que podría estar más cómodo. Eso nos permite aprovechar el  espacio y utilizar los recursos que uno puede observar en el ambiente u objetos personales que tal vez hubiéramos conocido por medio del relato. Poder involucrar esos espacios y/o objetos en las etapas de la indagación o la interpretación podrían  ayudarnos a aprovechar la oportunidad que hoy nos brinda la digitalidad.

En síntesis, visualizamos que estos dos momentos de relevancia que abordan: preparaciones prácticas, así como también el agudo entrenamiento de destrezas en competencias conversacionales Sin embargo, tal vez sólo la práctica nos ayudará a lograr mejores resultados.

A continuación, con nuestra mirada, te invitamos a profundizar en la importancia del cuerpo en la digitalizad

El cuerpo en la digitalidad

Por Josefina Gómez.

Uno de mis principales miedos al enfrentarme al coaching digital fue la conexión con la corporalidad y su lectura, me refiero a poder tener presente el cuerpo durante toda la sesión, no a la intervención o ejercicios indagativos. Entendí un poco tarde, que esto se debía a que, como coach, ya traía mi propia estructura aprendida y un tanto lineal que entre muchas otras cosas me decía que era preciso tener al coachee presencialmente para poder lograrlo.

 Solía traer estas dudas a mi conversación privada:

  • ¿Cómo hacerlo si tenemos de por medio una pantalla?
  • ¿Si el cuerpo antes presente y que podíamos observar de principio a fin se reducía a un cuadro con el rostro del coachee?
  • ¿Cómo conectar el cuerpo fragmentado a su lenguaje y a su emocionalidad?

Un primer intento para tratar de observar el cuerpo durante todo el coaching fue, pedirle al coachee que se alejara un poco para poder tener a cuadro todo su cuerpo y entonces hacer el coaching desde allí, sin embargo, esto incrementó mi incertidumbre y él lo notó, pues al perder su rostro en la distancia perdí también su estructura de coherencia, por lo tanto, me perdí de todo.

 Me propuse soltar eso y poco después todo empezó a suceder, podía fluir con el panorama completo, (lenguaje, emoción y corporalidad) sin tener el cuerpo del coachee a cuadro, podía conectar con éste a través de su mirada, gestos, estructura y de la escucha sublime.

 Esto sucede porque, como seres humanos, en nuestra neuroanatomía tenemos la maravillosa capacidad de integrar información para completar el total de un cuadro, es como si fuésemos pintando un paisaje por partes hasta que queda completo, esto pasa con nuestro cerebro; conjunta información, la interconecta y nos da un panorama completo, por lo tanto, es absolutamente posible que podamos conectar con el cuerpo del coachee a través de la digitalidad.

Te invito a soltar la estructura para pasar de lo lineal a un ejercicio más libre del Coaching ontológico… 

La trascendencia en el coaching

Por Alicia Pizarro.

Tenemos un cerebro que evoluciona progresivamente de una mirada lineal a una mirada sistémica. La linealidad nos da la seguridad de lo previsible, nos tranquiliza el alma, nos permite vislumbrar un futuro por el que queremos vivir. El percibir sistemas produce una inquietante sensación de incertidumbre, nos cuesta comprender su complejidad y el futuro deviene inimaginable.

El aprendizaje del coaching ontológico usamos la linealidad como recurso didáctico para ayudar en el avance de los futuros coaches. Este recurso tiene una sombra: genera el hábito de lo simple y dificulta el salto a lo complejo. Los nuevos coaches se aferran a una estructura, sin aceptar la multiplicidad de caminos que la interacción ofrece. Como consecuencia el coaching se empobrece, se tecnifica, y pierde profundidad ontológica.

¿Qué palancas de cambio ayudan en esta transición de lo simple a lo complejo? Un primer punto de inflexión lo aporta el contacto consigo mismo en el coach. Olvidar la técnica, darla por aprendida, y hacerse la pregunta ¿Qué estoy haciendo? Y desde allí recuperar el camino auténtico que conduce a la vida del otro ser humano con el que estamos interactuando. Implica parar la deriva de la conversación, tomar un poco de distancia y escuchar las íntimas señales que nos alertan de lo falso, del tecnicismo falso que distrae tanto al coachee como al mismo coach.

Esta disposición al contacto con lo auténtico lleva consigo un sacrificio: se resta brillo exterior, por calidad interior. Lo sienten ambos, tal vez no es visible desde afuera. Se traduce en un cambio de nivel en el coaching, desde lo cotidiano, a lo genérico y finalmente a lo existencial. A mi juicio, es lo que da sentido a la disciplina del Coaching Ontológico.

¿Una vez que damos el salto a lo profundo, cómo logramos llevarnos el aprendizaje? Hablemos de intervención…

La intervención en el coaching

Por Sonia Niño.

Mi experiencia me lleva a pensar que la intervención es algo que se da por instinto. Ante esta afirmación surgen cada vez más inquietudes y me atrae la idea desafiante de explorar este territorio.

Si bien la intervención es un momento clave en la sesión de coaching ontológico, concuerdo en que puede traer consigo algo de tensión, inquietud, o incertidumbre al coach.

Para mí es un momento de gozo en el que se hace determinante estar con el otro, ser guía y acompañar su desenvolvimiento por algunos minutos. Ese momento al que me enfrento alegre, curiosa y con el desafío de que se constituya para el coachee en un espacio que lo ayude en su reflexión durante el coaching, y, además, le sea significativo días posteriores, conduciéndolo a un aprendizaje transformacional.

Inicio la intervención desde el asombro, permitiéndome no saber qué ocurrirá, dejando fluir el cuerpo, las emociones y las palabras en el presente. Disfruto, fluye natural, y me reencuentro con mi planteamiento inicial: “la intervención se da por instinto”, ahora pensando que no es del todo certero.

El instinto puede guiar nuestro comportamiento dada nuestra naturaleza humana, aunque también, podría ser resultado de conductas aprendidas. Sigo en mi defensa de que juega un papel relevante frente a la intervención; sin embargo, he profundizado en mi análisis sobre cómo he aprendido a intervenir desde otros espacios.

En verdad ha sido un aprendizaje de ensayo y error en el que no siempre hay eficacia. Un aprendizaje que se incorpora en el cuerpo, y desde el cual puedes ser más intuitivo y fluir más fácilmente.    

Las competencias para la intervención hacen parte de un aprendizaje transversal que adquieres en la formación; y entonces, mi conclusión es que si se puede enseñar a intervenir y es posible desarrollar metodologías específicas para que un coach pueda prepararse y perfeccionar sus competencias en este momento del coaching ontológico.

Motivada por continuar con esta conversación, te invito a conocer una mirada del Coaching desde la perspectiva de género. 

La relevancia de la equidad de género siendo un coachee varón

Por Moisés Flores.

¿Será que en un quiebre relacionado con el dominio de la pareja, un coach realiza su labor de forma diferente ante un coachee femenino, que ante uno masculino? Y más aún, si este último ¿podría sentirse inseguro para presentar sus necesidades reales, sabiendo que estas pueden ir en contra de las expectativas sociales o culturales que se le han asignado por ser varón? En el fondo, la reflexión a la que invito a través de estas líneas es hacia la objetividad y la equidad que ofrecemos los coaches en esta ocasión, particularmente al género masculino, en temas en los que históricamente no se les ha dado acogida natural.

Una pregunta profunda, a partir de la cuál puede abrirse un sinfín de combinaciones, incorporando el género del coach, la cultura del país, edad, etcétera. Para que en algún momento algún varón pueda sentirse tan desvalorizado, menospreciado y hasta discriminado en un proceso de coaching por su género, como lo puede experimentar una mujer.

Me atreví a lanzar esta pregunta en grupos de amigos varones, y en grupos de amigas mujeres. Y me sorprendió la cantidad de personas de ambos géneros, que reconocen que esta falta de validación a un hombre puede ocurrir en virtud de los roles que socialmente hemos asignado a cada género.

Esta es una invitación para incorporar el tema de equidad, en la constante búsqueda de enriquecer el coaching ontológico como disciplina ética.

Y he sugerido el tema de pareja ya que, en muchas culturas sobre todo latinas, socialmente podría asumirse que está mucho más permitido a una persona de género femenino expresar sus necesidades en este tema. En muchos casos a los varones se les asignaron ciertos roles desde la infancia, y esto podría sin duda poner en riesgo la objetividad del coach ontológico.

Adentrémonos entonces en la pareja como tal, ¿cómo abordar el tema de pareja en un Coaching ontológico?

Una pincelada sobre la pareja

Por Constanza Bulacio.

¿Quiero o no quiero tener pareja? ¿Cuál pareja?

Al trabajar sobre la pareja indagamos sobre la relación con la pareja actual del coachee o con las anteriores parejas. Una posibilidad para abordar el tema de la pareja es partir por uno, o por el coachee.

  • ¿Quién quiero ser en la vida?
  • ¿Quién quiero ser en mi relación de pareja?
  • ¿Qué quiero aportar en mi relación de pareja?
  • ¿Qué necesito de mi pareja?

Personalmente, ésta es la reflexión que me llevó a definir quién quiero ser y qué espacio quiero en mi relación de pareja.

Siempre había analizado y evaluado a mi pareja, sin preguntarme quién quiero ser yo, cómo me quiero y cuido a mí misma, quién y cómo quiero ser en pareja, cuáles son mis cualidades que pongo al servicio de la pareja, cuál es el espacio que quiero vivir en mi pareja.

En el coaching que acompañamos, en un momento se mencionan dos imágenes:

  • Quiero ser un XX aventurero.
  • Quiero una mujer para tomarla por la cintura.

A partir de ahí, se siguió indagando y avanzando en la reflexión sobre el quiebre inicial. 

Si hacemos un zoom podría ser un recorrido en la siguiente línea:

  • ¿El XX aventurero quiere tener pareja?
  • ¿Qué tipo de pareja quiere, desea, necesita, sueña?
  • ¿Qué cosas tienen que estar de todas maneras presentes en su pareja?
  • ¿Qué cosas no pueden estar de ninguna manera?
  • ¿Cómo te ves tú tomando una mujer por la cintura?
  • ¿Cómo podría ser la mujer que quieres tomar por la cintura?
  • ¿Cómo imaginas que te relacionas con ella?
  • ¿Cómo sueñas tu vida con ella?

Y tú, ¿cuán satisfecho estás con la persona que eres en tu relación de pareja?

Después de reflexionar sobre cómo nos definimos en relación a nuestra pareja, te invitamos a observar cómo te defines en función del lugar de donde vienes. 

Pertenencia e identidad

Por Lisette Hernández.

Un  coachee llega a nosotros con doctrinas culturales o familiares aprendidas, que hoy no le están dejando ser quien quiere ser, pero que tiene miedo de soltar porque siente que podría perder su “identidad”, alejarse de “su gente”, de lo que le hace sentir que pertenece.

Siento que es un tema recurrente, sobre todo entre nosotros, los inmigrantes, el asociar quienes somos a de dónde venimos. Seguramente influye, yo no sería quien soy si no hubiera crecido en Cuba. El pertenecer a cierto lugar,  tal vez dice cosas de nosotros que otros asumen, tal vez nos da cierto orden y nos regala la seguridad de lo conocido.

¿Pero qué pasa cuando no encajamos en el estereotipo? ¿O cuando lo aprendido, hoy no funciona? En lo personal nunca me sentí “tan” cubana, ciertamente no me veo ni me escucho como cubana, pero siempre siento importante decir que nací en Cuba, tal vez para recordármelo, tal vez por miedo a perderme. Con este miedo en el pecho le pregunté a Rafael Echeverría: “siendo que la Ontología del lenguaje no habla de esencia, ¿cómo puedo hacer para no perderme en la transformación?” Su respuesta, a mis oídos, fue que en la Ontología del Lenguaje no hablamos de esencia porque no reconocemos una parte estática en nosotros. Podemos cambiar lo que necesitemos cambiar y mantener lo que deseemos mantener.

A veces para trascender debemos soltar, matar partes de lo que hemos sido para renacer en lo que queremos ser. Se me ocurre que un camino interesante podría ser trabajar la tierra del coachee. La tierra no está afuera en unas coordenadas en el mapa, tu tierra está en ti. Conectar con ella podría hacer que el coachee conecte consigo mismo. Y estará en él decidir qué destruir, qué mantener y qué construir sobre ese pedazo de tierra.

¿Y si pudiéramos facilitar esa construcción de identidad también en personas en situación de vulnerabilidad? Demos una mirada más profunda…

Coaching ontológico en poblaciones vulnerables

Por Dolka Almenarez.

Mientras recorría el camino que me llevaría a convertirme en coach senior, me preguntaba recurrentemente cuál sería el aporte, a partir de lo que aprendía, que podría hacer a poblaciones menos favorecidas. Algunos de los interrogantes que me surgían eran: ¿cómo sacar el coaching ontológico a la calle? ¿Qué ocurriría si pusiera al servicio de personas en condiciones de vulnerabilidad las conversaciones de coaching ontológico? ¿Sería el CO una herramienta de transformación de valor en poblaciones vulnerables? ¿Posibilitaría el CO el desarrollo de competencias que mejoraran los resultados de vida en estos sectores? ¿encontraría coachees con disposición, tiempo y voluntad para aventurarse a probar? 

 El coachee que se dispuso a acompañarme en esta aventura fue un hombre de 26 años, desempleado, había padecido durante su niñez violencia intrafamiliar y tenía, a mi juicio, un enorme corazón.

 Entré a la conversación con curiosidad, humildad y mucho respeto, indagando en su quiebre: “soy una persona indecisa…estoy entre la espada y la pared…tengo la sensación de estar atrapado”.

 ¿Sus grandes hallazgos en la conversación?: 1. La declaración de impacto de la influencia en su vida actual de los sistemas a los que ha pertenecido. 2. Pasar de no ver opciones a la apertura de posibilidades. 3. La re-significación de su lugar en el mundo, transitando de la indefensión al auto-amparo. 4. La incorporación de nuevos repertorios emocionales: “me siento más amoroso, más tranquilo, más confiado en lo que hago, en lo que voy a hacer”.

 Luego de reflexionar acerca de esta conversación, concluyo que mi coachee, con sus hallazgos, dio respuestas a las preguntas que antes me había planteado.

 La invitación que te hago es a acompañarme a encontrar nuevas formas (tu propia forma) de poner el coaching ontológico al servicio de otros.

Con este llamado de entrega ponemos fin a nuestras reflexiones, en estas primeras: Pinceladas Ontológicas. Vendrán otros equipos y nuevas pinceladas, para que pintemos juntos la obra del Coaching ontológico y la Ontología del lenguaje.

¿Te gustaría participar en el próximo equipo de investigación con Alicia Pizarro?

Autores:

Alicia Pizarro

Socia fundadora y Directora de Newfield Consulting, empresa que opera en más de nueve países desde 1996 a la fecha. Es Licenciada en Educación (Universidad Central de Venezuela), Tecnóloga Educativa, especialista en Educación de Adultos. Egresada como Coach Ontológico por The Newfield Group, 1994. Ha participado como consultora, coach, diseñadora y facilitadora en los diferentes programas que Newfield Consulting ha hecho en el mundo.

María Florencia Alvarez Gaiani

Soy Argentina y me gradué del DCO en el 2018 en la ECORE. Tengo amplia experiencia en selección de personal ejecutivo, tanto nacional como internacional y luego de graduarme como Coach me orienté a realizar coaching empresarial. Me gusta acompañar a las personas en sus procesos de cambio a nivel profesional.

Paz Marticorena

Gerente Comercial de la Red Global de Newfield Consulting presente en 9 países del mundo. Con una fuerte en Formación en Comunicación y Marketing, dirección de equipos de venta en hemisferio Norte y Hemisferio Sur. Coach Ontológico Titular de la ECORE. Periodista, Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Andrés Bello y Magister en Marketing Integrado de la Universidad del Desarrollo.

Marcia Serra

Más de 20 años trabajando como Coaching Ontológico. Economista, Bacharel en Ciencias Económicas - Facultades de Ciencias Económicas – SP / Brasil. Certificada como Coach Ontológico (1998) y Coach Senior (2005). Coaching organizacional y personal. Facilitadora en los programas realizados en Brasil y Coach Titular / PIO de los programas internacionales de la ECORE Florianópolis / SC - Brasil

Josefina Gómez

Coach Ontologico Senior, egresada de la ECORE. LAE, Profesional de RRHH. Estudiante de Filosofía en la UP. Amante de la literatura y tenedora de libros.

Sonia Niño

Coach Ontológico Senior certificada por la escuela internacional Newfield Consulting. Fonoaudióloga, MBA Major in Professional Coaching de Florida Global University (USA). Máster en Neuropsicología y Neuroeducación de la Universidad de Morón (Argentina). Experta en el desarrollo de habilidades cognitivas, lingüísticas y comunicativas. Experta en la gestión de proyectos y coordinación de equipos. Experta en neurocoaching.

Moisés Flores

Coach ontológico Senior certificado de la ECORE. Coach Integral, certificado por la Federación Internacional de Coaching en New Ventures West School of Coaching. San Francisco, California. Enfocado hacia la construcción de confianza en las organizaciones. Graduado de psicología organizacional en la Universidad de Las Américas, Ciudad de México.

Constanza Bulacio

Licenciada en Economía por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina y Master en Economía por la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil. En Chile, trabajó 22 años en diversas entidades públicas. En la actualidad, desde hace 8 años está a cargo de la Gerencia de Administración y Finanzas de los Colegios Dunalastair. Coach ontológica Titular de la ECORE.

Lisette Hernández

Coordinadora de Eureka, Área Alumni de Newfield Consulting. Coach ontológico Empresarial, egresada de la ECORE. Diseñadora gráfica, graduada del Instituto Superior de Diseño de Cuba.

Dolka Almenarez

Ingeniera Industrial. Especialista en Mercados. Coach ontológico senior. Especialista en Coaching para adolescentes y familias.

Si eres egresado de la ECORE y deseas contar tu historia, escríbenos a: eureka@newfieldconsulting.com

Este artículo fue escrito en parte, por personal no perteneciente al área administrativa de Newfield Consulting ni de Eureka, por lo tanto no nos hacemos responsables de las opiniones y comentarios reflejados en el mismo.