Artículo de Fernanda Morixe para la revista Impacto Positivo
Los efectos del Sistema Biodanza contribuyen a elevar la calidad de vida, a reforzar la identidad, a elevar la calidad del vínculo con los otros y consigo mismo. Biodanza es un sistema creado por el psicólogo y antropólogo chileno Rolando Toro (1924-2010), el cual consiste en inducir vivencias integradores a través de la música, el movimiento corporal y el encuentro en grupo, las que estimulan potenciales humanos de afectividad, vitalidad, creatividad, sexualidad y trascendencia.
Despertar el cuerpo a través del movimiento es un primer paso para acceder a la fuente vital que refuerza nuestra salud y eleva nuestro estado de ánimo. Mover el cuerpo unido al estímulo de la música, permite despertar la sensibilidad y conectar profundamente con nuestro ser, expandiendo la conciencia sobre sí mismo y el entorno. Beneficiando el encuentro consigo mismo, la otredad y la totalidad.
En su definición formal Biodanza ha sido explicada como un sistema de integración humana, de renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de la vida.
En Biodanza se trabajan cinco líneas de vivencia: la afectividad, la vitalidad, la creatividad, la sexualidad y la y la trascendencia.
Afectividad: es un estado de afinidad profunda hacia otras personas, donde se originan sentimientos de amor, amistad, ternura. Se relaciona con el instinto de solidaridad dentro de la especie: los impulsos gregarios, las tendencias altruistas y los rituales de vinculación.
Vitalidad: es el potencial de la homeostasis, la autorregulación, la expresión genética y la armonía biológica. Se vincula a la capacidad de conectarnos con el ímpetu vital y con la alegría de vivir.
Creatividad: es el impulso de innovación frente a la realidad. Está vinculada al instinto de exploración y a la capacidad de renovación existencial. Permite desarrollar la más grande creación de todo ser humano: su propia existencia.
Sexualidad: se relaciona con el instinto sexual, el deseo y la disposición al placer. Se trata también de la capacidad de disfrutar de los placeres cotidianos y asumir el acto de vivir como un acto gozoso.
Trascendencia: es la superación de la fuerza del ego, es la función natural del ser humano de vinculación esencial con todo lo existente. La capacidad de conectarse con la esencia de las personas y con la unidad de la naturaleza.
Desde estas líneas de vivencias Biodanza ofrece sus siete poderes de transformación:
Poder musical: Todo el universo tiene ritmo, una pulsación y una vibración. La música despierta emociones que nos llevan a vivencias. Se trata de música que se elige para despertar ese potencial.
Poder de la danza integradora: integrar partes del cuerpo que estaban adormecidas activando movimientos humanos de una manera orgánica y pudiendo así ser parte de algo mayor con otro. Esto eleva la calidad de vida y el goce de vivir.
Poder de la Metodología vivencial: La vivencia como sensación intensa de estar vivo. La Biodanza induce a esas vivencias profundas que comprometen a la unidad de nuestro psiquismo.
El poder de la caricia: La conexión con el otro es esencial en todo acto de rehabilitación o curación. El contacto valoriza y da continente afectivo a las personas.
El poder del trance: la persona ingresa en un estado de profunda receptividad y entrega, es un primer paso para el encuentro con el otro. Permite que desaparezca la angustia y la ansiedad y se despierta un bienestar físico y de plenitud.
El poder de la expansión consciente: se trata de una percepción mayor, de un vínculo primordial con el universo. Aumenta la conciencia sobre el cuerpo y el medio que nos rodea.
El poder del grupo: el grupo es un biogenerador (centro generador de vida). Actúa entonces nuestro instinto gregario al saber que pertenecemos a algo mayor. La concentración de energía convergente dentro de un grupo produce un potencial mayor que la suma de sus partes. Uno se enriquece con la presencia de duversidad del grupo.
En su sentido etimológico, Biodanza proviene de bios que significa “vida” y danza, entendida como “movimiento integrado pleno de sentido”. Biodanza, la danza de la vida. El primer conocimiento del mundo, anterior a la palabra, es el conocimiento a través del movimiento. En su sentido originario, la danza es un movimiento que surge de lo profundo, lo más entrañable del ser humano.
La Biodanza no propone un modelo de comportamiento, por el contrario, cada individuo entra en contacto consigo mismo en un proceso de integración, y al desarrollar una conciencia comunitaria, ofrece su propio patrón genético de respuestas vitales. La libertad individual se postula aquí como la forma adecuada de un desenvolvimiento interior de potencialidades innatas.
Biodanza, al proponer un proceso de integración y desenvolvimiento del ser humano, postula una libertad y un respeto por la vida.
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ARQUETIPOS Y 4 ELEMENTOS. MOVIMIENTO VIVENCIAL. DESDE LA MIRADA DE LA BIODANZA
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Fernanda Morixe
Coach Ontológica Senior. Directora de la Escuela de Biodanza de Santiago de Chile. Coach Ontológica del equipo estable de coaches ECORE. Biodancista del Programa ABC por 15 años.
Puedes ver el artículo original en la Revista Impacto Positivo
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